Cámara y acción: la vida en el departamento de producción

Dedicarse a la producción de cine y de eventos tiene muchos puntos en común. Durante años me dediqué a la producción de cine y televisión y poco a poco la vida me llevó a añadir a mi currículum la organización de eventos.

Este verano he tenido el lujo de compartir dos días de rodaje de promociones con los actores y el equipo de la serie 30 monedas de Álex de la Iglesia, para HBO.

Si la vida en el rodaje de una serie es ajetreada, lo es casi más cuando hablamos de publicidad. Poco tiempo y mucho dinero en juego dejan poco margen. Y que todo se haga en el menor tiempo posible y gastando lo mínimo indispensable es parte del trabajo del equipo de producción, y por lo tanto del mío.

Los días de preproducción son tan importantes o más que los días de rodaje en sí mismos. Organizar, medir tiempos y tener previstas alternativas a todo lo que pueda pasar es fundamental. Ser resolutivo, una obligación. Saber explicarte, documentar todo y que quien va a trabajar contigo conozca y entienda las directrices que tienen que seguir, indispensable. Aquí entra en juego también tus habilidades comunicativas, tu mano izquierda y tu don de gentes… si no lo tienes no intentes trabajar 12 horas seguidas con el mismo equipo.

Sí, has leído bien. Lo habitual en el sector audiovisual es trabajar 11 horas mas una de comer. Eso sí, siempre siempre siempre estarás bien alimentado, lo exige el convenio. ¿Mola, eh?

En resumen, trabajar en cine y televisión es duro, es sacrificado, implica casi siempre madrugar mucho, pero no me puede encantar más. El nervio de que todo salga bien, la capacidad de organizar y mover a equipos de 50 personas o más, ver el resultado final… Pasos que te llevan a vivir cada día una nueva aventura, y ¿no se trata de eso la vida? Por lo menos de eso quiero que trate la mía.